Es el pavimento de la estancia hallada en parte bajo el lecho del mosaico dionisíaco que mide 3,8 x 4,3 m. y, como el anterior, muestra el campo compuesto por dos tapices, uno igualmente de forma rectangular, con una composición ortogonal de peltas tangentes dejando entrever escamas, bien documentada desde mediados del siglo II hasta época bizantina, y otro mayor, de forma casi cuadrada, con composición ortogonal de prismas cuadrangulares en perspectiva, similar a un mosaico conservado en el Museo del Bardo, que muestra los prismas tangentes y adyacentes, formando triángulos rectángulos, si bien la composición de Fuente Álamo es muy novedosa, al reproducir además nueve filas de prismas por doce, siendo digno de destacar entre estas últimas que las dos centrales, flanqueadas por cinco hileras a cada lado, figuran unidas.

De nuevo se trata de un mosaico cuya conjunción de tapices geométricos da como resultado una composición musiva única.